Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1986, el casco antiguo de la ciudad de Cáceres es uno de los conjuntos urbanos más completos y de los mejores conservados de Europa, formado por edificios de la Edad Media y del Renacimiento. Su espacio está dividido en dos grandes zonas por la muralla. Intramuros se concentra el grueso de los edificios más representativos de esta ciudad, como la Concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas, los palacios de los Golfines, la Casa del Sol o la Torre del Bujaco.
Y es que nada más cruzar el arco de la Estrella desde la Plaza Mayor das un salto en el tiempo y te adentras por completo en la historia del casco antiguo de esta bimilenaria ciudad. No en vano, la historia de Cáceres se remonta muy atrás, tal y como demuestra la cueva de Maltravieso, que guarda pinturas que pertenecen al Paleolítico Superior, y cuya reproducción puedes visitar en su centro de interpretación.
Pero el verdadero origen de la ciudad y de su casco antiguo se remonta al año 34 a.C., momento en el que Cayo Norbano Flaco fundó la Norba Caesarina, la actual Cáceres. Esta urbe fue reconquistada por Alfonso IX en el 23 de abril de 1229, día de San Jorge, que desde entonces es su patrón. A partir de ese momento se construyeron numerosos palacios y otros monumentos que hoy puedes contemplar en el casco antiguo, y que alcanzaron su esplendor en tiempos de los Reyes Católicos, durante los siglos XV y XVI.
En el caso de que quieras conocer mejor el pasado que encierra este casco antiguo no puedes dejar de visitar los museos de la ciudad, el de Cáceres en la Plaza de las veletas, en el que encontrarás los vestigios arqueológicos encontrados en la ciudad; la sala de exposiciones en el adarve de Santa Ana y el palacio de la Diputación provincial. Su Semana Santa, de interés turístico internacional, tiene museo propio en la Iglesia de la Preciosa Sangre.
Fuente: www.turismoextremadura.com